sábado, 21 de junio de 2008

AL FIN Y AL CABO, POR SAN JUAN, VERANO

La llegada del calor se ha dejado notar en nuestros termómetros. Sudor y agua comparten protagonismo en estos días en los que las temperaturas nos están dejando pegadas las camisetas al cuerpo y los ventiladores ocupan un lugar importante y estratégico en nuestros hogares.

Superado ya el tiempo de los cafés de madrugada, de los apuntes propios y fotocopiados, de los rotuladores fosforescentes (o fosforitos), de las alarmas impertinentes de las cinco, las cuatro, e incluso las tres de la mañana y de todos los nervios y agobios típicos de la primera quincena de junio, llega -por fin- el merecido descanso.
No sé si ese descanso será corto (casi siempre parece corto) o largo, pero de lo que estoy seguro es de que todos aquellos que hayáis acabado los exámenes finales estaréis - por lo menos mentalmente - mejor que hace un mes, y eso se agradece.

Pues bien, esta noche da entrada, oficialmente (porque extraoficialmente ya la ha dado hace unos días), el verano.
La noche de las hogueras, de los bailes bajo la luna y de las fiestas en la playa (en lugares que no son Ayerbe) da el pistoletazo de salida para la estación más amada - y a la vez más odiada - del año.

Por un lado, el verano ofrece algo que las demás estaciones no te garantizan: buen tiempo. Aunque el Calentamiento Global y el Cambio Climático estén afectando a nuestro planeta, nosotros aún pensamos en verano como sinónimo de calor y de tiempo soleado. Independientemente de las típicas tormentas veraniegas de cinco minutos, llenas de truenos y rayos, el verano nos ofrece ese placer de despertarte con un sol radiante cada mañana y disfrutar del sol en la piscina, en las badinas o de vacaciones en la playa acompañado -como no- de una cerveza bien fresca.

Imagen: paraisosperdidos.wordpress.com

Pero por otro lado está la cara amarga de esta estación. Aquel que haya tenido que trabajar bajo el sol desde las ocho de la mañana hasta las ocho de la tarde no amará precisamente esta estación. Cuando el calor es tan sofocante que te limita los movimentos y te "aplatana" tanto física como mentalmente, lo acabas odiando. Esta es la otra cara del verano, la cara de los trabajadores que sufren el calor; la cara de muchos de nosotros que, en estos meses de parón "intelectual", dedicamos nuestro tiempo a trabajar y ganarnos "alguna perra".

Como me estoy extendiendo demasiado, voy a cortar por lo raso.
Quién trabaje en verano, ajo y agua. El que no, tapa y caña. (chiste malo pero propio)

Sed felices; yo comeré ajo y beberé agua.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues sí, parece que el verano ya ha empezado, aunque yo todabia no lo he estrenado. Todavia sigo los atracones de cafe, los madrugones... y hasta el dia 1 no inagurare el verano oficialmente. Pero bueno, a queda menos para disfrutar de la piscina, del las noxes en la terraza del cafe, del embudo....q ganas!!
un besazo a todos y hasta dentro de muy poquito.

Anónimo dijo...

Pfff, cuanto tiempo sin pasar por aqui!! Pues yo acabe el lunes, y religiosamente me fui a la consabida fiesta en la playa... A ver si a primeros de agosto estoy alli y a disfrutar.

EL TIEMPO DE AYERBE EN CNI