lunes, 2 de febrero de 2009

PRIMERA NOCHE EN VELA

Parece siempre la misma historia. Febrero o junio. En ocasiones septiembre. Café para muchas horas y folios llenos de textos subrayados, apuntes comprados o manuales de tonelada y media. Si miras por la ventana puedes ver la calle vacía, oscura, con los semáforos funcionando como si hubiese miles de coches esperando a que se ponga en verde…y se pone. También se pueden ver, un poco más arriba, en los edificios de varias plantas de altura, muchas ventanas iluminadas. Flexos que arden y espaldas doloridas se funden en una sombra que aparece tras la persiana o la cortina pertinente.

Algunos ni siquiera duermen. Aguantan todo el día estudiando, también por la noche. Al día siguiente casi ni se tienen de pie. Otros, preferimos dormir un poco antes de madrugar (es cierto: “no por mucho madrugar amanece más temprano…”) a eso de las tres de la mañana y comenzar a darle las últimas pinceladas a tus pintados y barrocos apuntes, a esos esquemas que sólo entendemos los autores o a esos manuales llenos de pegatinas amarillas llamadas ‘posits’.

Realmente y visto desde fuera estos días son un ‘show’. Los nervios se apoderan de ti de tal manera que te ves obligado a ir al baño varias veces en pocos minutos sin haber bebido ni una gota de agua en horas. Las manos sudan más de lo normal y se te cansan viéndote incapaz de escribir ni una sola frase más. Las rodillas se te engarrotan y apenas puedes andar. Los ojos te escuecen y la cabeza te va a estallar…

El sueño, inseparable compañero durante la semana que duran los exámenes, se intenta apoderar de ti varias veces al minuto y tú, estudioso de última hora profesional, lo combates como no lo habías hecho nunca. Y es que estas fechas son ‘testigas’ de extrañas e innumerables historias que rozan en ocasiones el esperpento más deformado de Valle-Inclán.

Además, y para más despiste de tu concentración plena en esos apuntes que en ocasiones son tan ‘entretenidos’, llega el Nadal de turno o el Messi de los ‘cogieron’ y hacen que les tengas que prestar algo de atención. No vas a dejar de ver el mejor partido de tenis de la historia o el gol 5000 del Barça…

Vamos, que para estudiar en estos días que corren o te pones a estudiar de noche mientras los demás duermen y no existen partidos de tenis ni de fútbol en la tele, o cuesta demasiado… Por lo menos a mí.

Así, seguiremos (o por lo menos seguiré) resistiendo en estas noches de febrero, junio o septiembre (para fiestas…) sin cafés de por medio ni trampas de media noche, yéndome a dormir a las cinco.

El empiece ha sido válido y como esperaba. Veremos cómo acabamos.

Suerte a todos los que sufris o no esta pandemia.

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